Desde niña me apasiona la costura. Veía a mi madre, abuela y tías sentadas frente a su máquina de coser durante horas. Muy joven me quise iniciar, y aún recuerdo mis “entrenamientos” en aquella máquina de pedal, sin hilo y en papel de periódico. Estaba impaciente por pasar al siguiente nivel. Nunca olvidaré aquellos ojales en trapos de limpiar el polvo. A los 18 años me regalaron mi primera máquina de coser y ¡era eléctrica!, sin duda una adolescente afortunada. Hasta la fecha sólo he cosido para mi familia, para la casa y para hacer algún regalo, ya que mi profesión nada tiene que ver con esto, pero la gente no ha dejado de insistir en que debía mostrarlo al mundo. Así que, gracias al apoyo de tod@s y, especialmente, a mi compañero de vida, empecé a publicar mis creaciones. ¡Gracias por haber llegado hasta aquí! Te invito a visitar mi web y espero que te guste.
0 comentarios